La Desaparición del Espacio
La Desaparición del Espacio
[1]
Ahora que estoy muerto puedo escribirlo todo
ahora que ya me fui de donde ustedes viven
puedo abrir los ojos para arrancármelos
pues aquí de nada me sirven
Lo que tendré que ver será con la visión de la muerte
que me ha dado la potestad
de poder escribir lo que se me ha permitido conocer
El mundo de los sueños es el de los muertos
Lo que para ustedes es dormir
para nosotros es salir a caminar sobre el Océano Loco
Lo que para ustedes es la ficción
para nosotros es el día a día y la noche a noche
Allá no saben que todo lo que uno escribe en vida
después de muerto se convertirá en el propio destino
El cielo y el infierno son capítulos y estrofas
que uno mismo escribió para sí sin saberlo
Lo que la mano la lengua y el ojo hicieron sobre el papel
aquí se hace sobre los árboles llenos de luz y de peces
Lo que la mano la lengua y el ojo hicieron con la tinta
aquí se hace con sangre sobre los cuerpos que no la poseen
Toda escritura es profética
pero solamente para quien la escribe
Toda escritura es para la muerte
un guion de lo que ella tendrá que hacer con uno
Lo que se ve es un engaño de luces y formas
para poder soportar la realidad y ocultar
lo verdadera que es la imaginación a ultranza
que es el único lugar donde se puede huir
de la tristeza y creer que la ternura
alguien la entenderá de una vez por todas
Esto es la muerte
ahora que estoy aquí lo sé con certeza
Todo sueño y todo libro son un adelanto
de lo que será esta nueva vida
donde lo que jamás existió existirá por siempre
donde lo que estaba escrito en esos millones de libros
de las millones de bibliotecas del mundo
es la soledad más absoluta y secreta
Escribo de premonición
como si alguna vez podría volver a vivir
y de llegar a ser así dejaría la escritura de lado
para que La Divina Revelación pudiera tener sentido
Todas las muertes son una sola
El fin de cada historia es el fin de todas las historias
pues este mundo es la historia de la muerte
es la muerte de mi historia
que soñé bajo tantas noches estrelladas
esperando la Aparición del Día
Este es el libro nacional de ellas
que sólo puedo escribir
porque he muerto
[2]
Hace un par de noches encontré mi cuerpo ensangrentado
mi cabeza estaba reventada con los golpes
y mis brazos y piernas aún humeaban
Se recuerda la última noche
porque en esa oscuridad
se siente que se está dentro de algo
que es más grande que la noche misma
A lo lejos todavía caían meteoros
y el humo no cesaba
Estaba tirado en el piso
que rugía un magnetismo incandescente
y me unía a él con la fatalidad de saber
que el movimiento ya no existe
Con la punta de los dedos podía sentir
las piedritas y la sangre
Intentaba pensar si en verdad estaba vivo
o si mi cerebro no estaba vaciándose
de todos los océanos que tenía guardados ahí dentro
El charco llegaba hasta la vereda
y comenzaba a entrar a las casas de los que allí vivían
pero todos estaban durmiendo
acumulando deseos para el día siguiente
olvidando lo maravilloso que es la renuncia
creyendo que todo lo visto ha sido lo vivido
Las nubes los libros y los árboles
cambian de color
cuando la tierra está ensangrentada
El frío se convierte en calidez
y el aire teñido de ese rojo único
se eleva cientos de kilómetros vistos desde arriba
Entonces los pulmones
se llenan de un hálito tibio
y uno deja de luchar
contra esas estrellas que lloran
porque todo el dolor es al mismo tiempo un placer
que indica que la tristeza pasará
como esos cometas allá arriba
cada vez más grandes
fundiéndose en una sola enorme luz
repleta de energía
y vibraciones más allá de la mente
Me dio miedo sentir mi cuerpo con esos espasmos
hasta que alguien o algo
me tomó abruptamente de los brazos
y esas manos eran las mías
venidas desde el futuro
La calle ya no estaba
ni la noche ni mi cuerpo
Todo poeta es póstumo
desde que publica
su primer libro
[3]
Ningún espejo me sirve
porque los espejos se muestran a sí mismos
Ningún río es tan lento
como para poder mirarme en la misma imagen
Nadie puede ver más que sus propios ojos
El retrato no existe
La rostridad son dos líneas paralelas
que se cruzan y rebotan como la luz
Ninguna ventana está más abierta
que el paisaje que contiene en su interior
Ninguna pintura está exenta
de los óleos de algún muerto
No hay ojos en esta palabra ojo
aunque ponga dos puntitos en ese par de o
Ninguna palabra te mirará
por más que la hayas escrito
Ningún libro te dirá de mí
más que las líneas de una mano
que ya te cortaste
Ningún sueño puede explicar
lo que dejas de hacer cuando duermes
porque los sueños son piedras
que cayeron sobre tu cabeza
y te salieron por la boca
Una lengua muerta se asomó
pero a nadie le importa
Ningún mar te devolverá tu infancia perdida
en esas playas que ya ni recuerdas
Ningún nombre será el mismo que el tuyo
y si lo es deberá ser alguien
que quiere huir de sí
Ningún hombre volverá a hacerte llorar
ni dará a luz tu sangre
Las palabras no se parecen a nada
de lo que hablan
tampoco las letras
ni los signos ortográficos
Ningún guion te dirá cuando respirar
Ninguna coma te hará callar
Ningún punto te detendrá
El único retrato posible
en este preciso momento para ti
son dos equis unidas por una larga línea
Dos incógnitas
unidas por una cuerda floja
por donde se puede caminar
con un espejito al revés en la mano
Incógnitas del cielo y de la tierra
Si toda vida es un río
toda muerte será un océano
y las nubes su resurrección
[4]
Todo poeta es póstumo
desde que decide consagrar al delirio
su mano su lengua y sus ojos
Todo poeta es póstumo
cuando en los signos ortográficos
puede ver las leyes físicas del universo
Todo poeta es póstumo
al acumular noches sin dormir
como si de libros vociferantes se trataran
Todo poeta es póstumo
pues la historia presiente
su propia destrucción
Todo poeta es póstumo
desde que sabe que su vida
es la suma de todas sus videncias
Todo poeta es póstumo
cuando se pierde en esa emergencia telúrica
que significa leer y ser leído
Todo poeta es póstumo
al darse cuenta que la noche duraría tan sólo minutos
sino fuera por las constelaciones
Todo poeta es póstumo
pues sólo una verdadera obra
creará nuevas formas de leer la poesía
Todo poeta es póstumo
desde que decide huir de su sangre
bajo la invisible bandera de la realidad
Todo poeta es póstumo
cuando escribe
con el terror a ser suicidado
Todo poeta es póstumo
al pensar en cuántos arcoíris tuvieron que existir
para que esta noche esté llena de alfabetos
Todo poeta es póstumo
pues hermoso
es el que destruye
Todo poeta es póstumo
desde que su país lo odia
tanto como lo odia él
Todo poeta es póstumo
cuando las polillas las mariposas y las luciérnagas
que hay en su cabeza lo tienen sin cuidado
Todo poeta es póstumo
al decidir
ser el primer extraterrestre nacional
Todo poeta es póstumo
pues su historia quedará
desparramada en páginas y órganos
Todo poeta es póstumo
desde que escribe sólo para que el castellano
se convierta en una lengua muerta
[5]
El Río de los Huesos
nace en la Montaña de la Iniciación
pasa por la Colina de la Sorpresa
y llega a los Mares de la Luna
que es una forma de decir
que la vida nace en la matriz
adquiere su conciencia
y llega hasta la muerte
Sin embargo
existen las nubes
que pasan silenciosas
plenas de gotas de rocío seminal
cargadas del verde soma
que llovizna sobre el estado vegetal
de la literatura
Es un ciclo perfecto y paralelo
Toda nube que se evapora del océano
es el triunfo de la resurrección
Allá arriba decenas de millones
de átomos han conseguido germinar
y van hacia el Jardín Codificado
donde cuatro ríos esperan
para renacer la semilla de plata
que es el libro que aún no se ha escrito
Las siete serpientes se aprestan
a devorarse a las nubes
y todo lo de celeste luz
Una fuerza que es dos es una
arcoíris y espejo
más negra que el blanco
Antes de todo libro
pero absolutamente
después de toda palabra
Bastarda y divina
sagrada y herida
interminable obra negra
Se habla en sueños cuando se camina
y cuando se vuela se escribe
Los árboles corren toda la noche
y de día descansan
para contemplar al Sol Negro
que ilumina los Siete Cielos Gramaticales
La flor de boca de dragón
no cesa de dar rugidos
que indican a las esporas
por donde avanzar
sin chocarse con las líneas imaginarias
que los pájaros olvidan de la ficción
Esto yo lo vi
el día después de haber muerto
y lo escribí en un sueño
[6]
Soñar es no servir a nadie más que a la muerte
escribir es estar pero lejos para poder sentir
la fascinación de la fatalidad
y no servir a nadie
Esa contradicción duró cuatro líneas
frases suaves y enfermas
llenas de deseo de venganza
emulando tonos
copiando puntuaciones
plagiándole con novedad
al primer lector que apareció
desprevenido y criminal
Se escribe para un libro sin autoría
que no tendrá tiempo para un yo colgando
ni para un corpus que se rebelará
Pues los ojos serán lenguas
y las lenguas serán manos
con un insomnio de doce sueños
En lo extraordinario del ordinario mundo
con una hoja de papel
se puede como nunca
estar cerca de la humanidad
pero es inmortal el que está solo
así comienza la ficción
Por eso no se escribe
se imagina en las noches sin dormir
y a lo sumo se toman anotaciones
al pie de un árbol que desaparece
Todo debe seguir moviéndose
nada más que basura es lo acumulable
La lección del autor
es asumir que todos los libros
son barquitos de papel
que se hunden cuando llegan
a verse en medio del mar de dudas
donde los remolinos
son signos de interrogación
y las corrientes estrofas y párrafos
que no volverán
La vida llega al límite
de agotar su vaivén
entonces se hace necesario
buscar papel y lápiz en el más allá
luego aprender a ver y abandonarse
a lo ruidoso que puede llegar a ser
el silencio de la pequeña mente
tan llena de lagunas y cordilleras
invisibles para los tontos
Sólo quiero decir
que la siguiente hoja no está en blanco
es el libro nacional de los muertos
[7]
De La Divina Revelación (Ciudad de México: Aldus, 2011)
Héctor Hernández Montecinos (Chile, 1979). Su proyecto total, Arquitectura de la Mentalidad, consiste en tres monumentales trilogías publicadas, La Divina Revelación (Ciudad de México: Aldus, 2011), Debajo de la Lengua (Santiago: Cuarto Propio, 2009; Granada: Valparaíso ediciones, 2019) y OIIII (Santiago: RIL Editores, 2020). A los 19 años recibió el Premio Mustakis a Jóvenes Talentos. A los 29, el Premio Pablo Neruda por su destacada trayectoria tanto en Chile como en el extranjero. Ha llevado a cabo festivales de poesía, editoriales, talleres, antologías, estudios literarios y performances. Mantiene el blog: www.acheache.blogspot.com