Víctor Rodríguez Núñez

boquiabierto (fragmentos)

 

boquiabierto

(fragmentos)

 

 

1

sobre el asfalto simétricamente vertido

llueven campanas blancas

se debe caminar hasta la esquina

para vadear el oloroso río

de cosas por decir

 

las flores en lo mío yo en lo suyo

instantes que no dudan

saltar desde la sombra

de uñas en la luz

la materia te jura que se puede

 

salir de ti un espasmo

un punto iridiscente entre las ondas

con esa precisión y nitidez

que acaso tiene el miedo

la determinación

 

hurgar entre los pliegos sulfurosos

con la pluma robada

en un bíblico hotel

sin que nada se calle

poder decir las cosas en silencio

 

si las campanas juran que se debe creer

¿por qué dejas tu fe

correr asfalto abajo?

¿por qué no das al menos

un par de brazadas en el vacío?

 

 

 

4

 

se electriza el otoño

las hormigas avanzan sin dar explicaciones

¿las atrajo el desasosiego púrpura

que se empieza a podrir con mucha fe

como trébol en sal?

 

con su paso de hormiga

sobre alfombra de yute

viene en cueros la imagen

a comer de tus peros

a dejarte una roncha en la mirada

 

una letra silvestre

la hormiga detenida por tu índice

en el claro de folio a medianoche

la crueldad del sentido

nacer de lo que muere

 

estás parado sobre un hormiguero

pero no sientes nada

las ideas escalan por las piernas

como azabache lento

van a comerte al fin el corazón

 

la vida en ese triángulo

recortado del miedo

que quisiera rodar sueños abajo

la belleza que en sus cortocircuitos

revelan las hormigas

 

 

 

6

 

ventana de bahía en tierra virgen

abierta a la más rígida fluidez

la silla donde no te has sentado antes

café arremolinado pizca de heno

se puede ver el reverso del viaje

 

en cada negación está tu sí

un hambre radical

pierdes el equilibrio te aferras a la espina

los espacios en negro

esa asfixia absorbente

 

paredón de ladrillos que ha visto demasiado

desvencijado adiós mancha de bienvenida

gaviotas en los rieles que vienen de la infancia

y los viajeros conversan con nadie

en la lengua que descarta la luz

 

recobra la energía que se oculta

en el núcleo del no

donde se cristaliza la certeza

su huraña sinfonía de una nota

pierdes la claridad ganas la irradiación

 

ese rostro que solo ve partir

porque nadie que llega vuelve a estar

la silla donde no te sentarás

los trenes retrasados en potencia

se niegan a acarrear este instante

 

 

 

13

 

el cardenal análogo a sí mismo

en realidad tres sílabas

mira el agua de la noche fluir

desde la idea de sauce

con un pulso azorado

 

tú no quisieras ser ese pájaro rojo

desliz en el arbusto

temeroso de su propia belleza

que lo inculpa en el pliego

numeral de la nieve

 

con nada en el buche se fija en todo

su parcela de invierno

picotea al azar

las huellas de avidez

y al cabo se convierte en un pájaro azul

 

esto pudo ser nieve

diría en heptasílabo salvaje

si no fuera porque la vida no lo escogió

para hablar así

sino de otra manera

 

la corriente se eriza

como la piel del ave desplumada

con maneras de halcón sin el capuz

cuando el signo alza vuelo

hasta la nada pía

 

 

 

18

 

en ondas opuestas a la corriente

centro sin gravedad

de una transparente primavera

que nada deja ver

el petirrojo se baña radioso

 

el calo intermitente

en donde no lo alcanza el movimiento

del deshielo temprano y enseguida

su vuelo a las espinas del sentido

a dorarse en la ausencia de mirada

 

en un claro de cielo

se emboscan guijarros relampagueantes

penínsulas sin mapa malestar

bahías para seres que no migran

flor de desfiladero

 

la crecida de anoche armó una playa

donde abreva la nube de gorriones

el agua tiene prisa en llegar no sé cuándo

pero la lira todo lo demora

y también quisiera beber su revuelo

 

¿por qué se inquieta el mundo

cuando un ave se moja en su silueta

junto al sauce plantado con las uñas?

¿delira el mundo cuando el agua vibra

y pasas boquiabierto?

 

 

 

 

Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, Cuba, 1955) ha publicado dieciséis libros de poesía, casi todos premiados y reeditados, siendo los más recientes desde un granero rojo (Premio Alfons el Magnànim, Hiperión, 2013), despegue (Premio Fundación Loewe, Visor, 2016), el cuaderno de la rata almizclera (Buenos Aires Poetry, 2017) y enseguida [o la gota de sangre en el nivel] (RIL-Æerea, 2018). Han aparecido antologías de su obra en diez países de lengua española, y en traducción al alemán, árabe, chino, francés, hebreo, inglés, italiano, macedonio, serbio y sueco. Es además periodista, crítico, traductor y profesor de literatura hispanoamericana en Kenyon College, Estados Unidos. Los poemas seleccionados pertenecen al libro inédito titulado “boquiabierto”.

Written by Mario Meléndez

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