Los rebaños tienen pena por los pastos secos
Los pastos secos balan por los rebaños
que no tienen dónde ir
Louis Armstrong, Neil Armstrong, dos héroes de USA
Trompetas que vencieron la fuerza de gravedad
El jazz es una brújula para aquellos astronautas
que vuelven a casa
Una frase repatriada en los archivos del Times
Alguien olvidó mis anteojos en la luna
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista
Y aquel viejo contrabajo flotando en el espacio
como una lágrima del Misisipi envuelta para regalo
sudor de negros en la frente de un cometa
saliva de ángeles en el ombligo de Dios
Un minuto de silencio por el compañero Gagarin
Un minuto de silencio también por mí
dice la muerte sentada en la batería
Estas baquetas se las robé a un demonio llamado
Cozy Cole
Debemos lavar los pies a las hormigas
no pueden andar así adentro de la nave
La NASA es estricta en esto (Neil Armstrong
Otra frase desempolvada del Times)
O esa foto de Louis en Los Campos Elíseos
El niño que aparece de espaldas se asemeja a Rimbaud
Las ranas cantan mejor que usted, le dice
son más afinadas a la hora de hacer el falsete
Un balde de agua fría para Louis
que ahí mismo improvisa una ráfaga de grillos
malhumorados
Sería un mimo perfecto, le recomienda Marceau
su rostro evoca ciertas nubes que amenazan desangrarse
El jazz es una brújula para aquellos eternautas
que vuelven a casa
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista
Pero el silencio es una fosa clandestina
que amontona epitafios en el vacío
(Miles Davis. Otra frase estrangulada en los archivos
del Times)
Un tenor venido a menos
Qué fue de aquel canario que se estrellaba contra
los vidrios
-tres en punto de la tarde-
como un “viento divino” en el humo de Pearl Harbor
Aquella ave que gemía como un jazz entrecortado
entre el alpiste rancio y un agua moribunda
que ni las moscas se atreverían
Un tenor venido a menos, reconoció Lady Swan
mientras pintaba unas brevas afrodisiacas
arrebatadas en el jardín de las delicias
Se lo llevó la hija del mayordomo
Lo sueltan en un garaje para que siga en lo suyo
-tres en punto de la tarde-
como un fantasma desmalezando la oscuridad
Un día nos enteraremos que ha dejado este mundo
Honor y gloria a sus cicatrices, a sus plumas
malhumoradas
a su canto atrincherado en los oídos de la muerte
Honor y gloria, repetí
y brindamos con un champagne desvanecido
más viejo que el canario
Acción de gracias
Día 1
Enterró el cuchillo en el cuerpo de Cristo
lo cortó con la pericia de un viejo cirujano
y lo dejó sobre la mesa junto al plato
de ensaladas
Oremos, dijo, mientras entraba en un éxtasis
anterior al deseo
Pero los niños ya habían devorado las orejas
Los padres se peleaban los intestinos
La abuela mordía un riñón en la cocina
El perro huía con los huesos al cuarto
de invitados
Sólo quedó la cabeza girando sobre sí misma
La muerte los miró con infinita clemencia
limpió el cuchillo en la barba de Cristo
y volvió al cementerio con la cabeza bajo
el brazo
SS
Me retrato con mi padre
en una cámara de gas
pero los muertos reclaman
salir en la foto
Buscan su mejor ángulo
para el nieto de las SS
y posan junto a sus deudos
en una fila perpetua
Adentro de los hornos
aletean las cenizas
Los huesos improvisan
La novena sinfonía
Naturaleza muerta
Los que mataron a la cebolla
volverían a la escena del crimen
para hacer tiro al blanco
con esas uvas afrodisiacas
Los agujeros en el jarrón
no lograrán que las dalias
se inquieten
ni menos
que los membrillos cambien
de aroma
al ver cómo agonizan
las ensaladas
El cadáver de la lechuga
será exhumado
a fin de constatar lesiones
Mientras los sesos de las brevas
esparcidos en el techo
presagiaban al último Pollock
Qué bien lucían los tomates
antes de cortarse las venas
La realidad es un cuadro de Van Gogh
Dos cuervos desinflan el aire
a picotazos
El silencio se corta una oreja
en mitad de la calle
Un niño la recoge
y escucha ensimismado
el río de los muertos
¿Quién nada en estas aguas?
pregunta
mientras saca un anzuelo
de su boca
(Apuntes para una leyenda. Poesía reunida. RIL editores, 2022)